lunes, 31 de octubre de 2011

Recordando el Campo con Carlos Soto



Texto y fotografías por 
Johan Esteban Monsalve Hernández




Carlos Soto, agricultor de toda la vida, viene de San Francisco, oriente antioqueño. Allí creció junto a sus cultivos de café, caña y cacao. Vive en el barrio Bello Oriente, comuna 3, Manrique parte alta, a donde llegó en 1984 en busca de nuevas oportunidades de vida, contando con la  buena suerte de que un habitante del sector le regaló un terreno y desde entonces reside en este bello oriente, de donde sale el sol cada mañana.

Es uno de los primeros habitantes del barrio, ha tenido una gran participación como líder en el crecimiento y organización de la comunidad, principalmente poblada por victimas del desplazamiento forzado de distintos lugares del país como Urabá, Urrao, Córdoba y Chocó. 
En el mismo terreno que conforma “Recordando el                       campo”        habita también una familia desplazada por la violencia de Caucasia,  La    familia Baldovino Rojas integrada por cuatro miembros: Orlando Baldovino -padre, Ana Rojas Mariaga -madre, Mariana y Marianela Baldovino Rojas -hijas.


En el año 2000 junto a once compañeros iniciaron “Recordando el campo”, un lugar dedicado a la agricultura, ubicado en el sector el Palomar, de Bello Oriente. Con el tiempo este lugar ha recibido ayuda de diferentes organizaciones para su sostenimiento como la Universidad del Rosario y la Alcaldía de Medellín, a través de proyectos como el de Acción Integral para poblaciones desarraigadas Bogotá-Medellín.

Actualmente Carlos es el Presidente del club para la tercera edad de su barrio. Con este cargo y sus ganas de sacar adelante “Recordando el campo” propuso a sus compañeros cambiar la rutina de gimnasia, para cultivar en la huerta, adquiriendo buena salud y conocimientos, pero debido a diferentes problemáticas ha venido disminuyendo el número de integrantes hasta llegar a dos personas, Carlos Soto y Emilio Martínez. Ambos trabajan la huerta dos horas diarias; quitando maleza, sembrando la papita, regando las plantas y preparando el abono en una pequeña casa ubicada en medio del terreno.

“Recordando el campo” es un espacio abierto para quienes deseen practicar la permacultura (siembra y permanente cuidado de la tierra), y en el que encontramos lechuga, cebolla de rama, cilantro, plátano, papa criolla y gran diversidad de flores y plantas. 
Dice don Carlos que “Las plantas son como los niños, hay que acariciarlas y quererlas”, como una invitación a cultivar nuestra propia comida para consumirla fresca, apoyar la comunidad e invertir el dinero en otras cosas. También aconseja cultivar cuando la luna esté en menguante para alargar la cosecha en creciente.


Ellos llegaron a Medellín hace cuatro años y residen en Recordando el Campo hace dos años, en una casa construida por Carlos y otras personas. ellos son beneficiados por las cosechas de la huerta donde participan.


Soberanía alimentaria

La soberanía alimentaria protege el derecho de los campesinos y campesinas a producir alimentos, así como el derecho de los consumidores y consumidoras a poder decidir lo que quieren consumir, cómo se produce y quién lo produce.
Plantea a medio y largo plazo propuestas de producción y consumo alimentario basadas en un sistema de producción agropecuario diversificado, que respete la biodiversidad, maneje los recursos naturales de forma sostenible y utilice tecnología apropiada, siempre respetando las tradiciones autóctonas de los pueblos, su diversidad cultural, sus formas de trabajo y su relación con la naturaleza.





0 comentarios:

Publicar un comentario

 

Tinta tres Copyright © 2011 -- Template created by O Pregador -- Powered by Blogger