Por Francisco Monsalve
Francisco Monsalve, parece emanado de
las entrañas de la tierra, como diría el poeta Nicanor Parra, tiene la palabra
mágica, encarna un verbo ardiente, hondo, poético, surrealista y dislocante,
caótico, entonado con el mundo del sueño, el color y la imaginación. “Anda con la palabra en los pliegues de la
carne, el gesto en el bolsillo, flor de los caminos, realidad sin
dogmatismos”. Diría que tiene la pluma
más incendiaria (iluminadora si se
quiere) de Tinta Tres. Franco llegó a la
comuna como El Principito al desierto y ahí está, creando mundos en la tierra y
sonriendo de noche en las estrellas.
Propensiones
Los días en que se
va la luz
tendemos a la
ilegalidad,
a la más absoluta
ceguera.
en el barrio
la gente sale con
grandes baldes
a buscarla, allí
donde este
según los dictados
de la sed.
Los días en que
estamos solos
y se va la gente
o cortan la gente
o detienen su
fluido
es natural que
propendamos
a encender
hogueras
a bañarnos juntos
a exprimir la
razón
para hacer
limonada,
bombas caseras.
Abanico
como el grabado
sobre un abanico
sus piernas se abrieron
conforme el bochorno
se desleía hacia afuera
el desborde de los fluidos
espanta las moscas,
ablanda tus diques
precipita el derrame de los líquenes,
dispersa las cortinas
ventilo con mi aliento
la inundación salida
de un grabado que se abre,
abundante y contenida
apenas por mis labios.
Contratiempos
Los calendarios traen anuncios
para los que trafican con la sal
y las ondas de radio,
por igual.
Hay vocablos que tienen la certeza
de una fecha.
y números que nombran el día de un
mendigo,
su
ingreso per cápita.
los días languidecen y enferman
conforme al centavo y al dólar.
los espasmos de tres mujeres
Hacen fila tras el martes,
y los mensajes se agrupan
bajo el pellejo de un viejo zorro.
Así dispara el cazador.
así los almanaques confunden
nuestros soles
y trafican con las almas...
en las fechas hilvanadas y pulcras
se refugian los profetas
y las estafas.
Peticiones
Si te piden a tu paso
dos o tres palabras esdrújulas,
si te exigen un panal
o una fea costumbre
has como si fueras forastero
no des tus ojos a los esbirros,
niégale a los perros
sus promesas
y a los que quieran someterte
sus ladridos.
Inundación
El centinela dio la voz de alerta
cuando nadie escuchaba.
La ola contra las rocas:
saeta que lanzan los peces.
el grito es la red
que lanzan los pescadores
y siempre habrá cardúmenes
mientras la voz del centinela
no llegué hasta el centro
del invasor pez.
Resuenan los pasos
de animales en tierra
que oxidan el aire;
llevan palabras secretas
a los oídos húmedos y sordos
del puerto de barqueros vencido.
No hay héroes en este país
y los faros se fundieron.
.
Orfandad
Los días previos
A tu nacimiento
Martillaron como un vientre;
El acero se dobló
Lejos de las avenidas
Y presentimos que alguien se escondía…
Nadie te encontró
Hasta la víspera
en que tu madre
parió en el campo
y tus quejidos se abrieron paso,
con igual celeridad
que los de su muerte honda.
En adelante
Podrás decir
Como pueden pocos,
Que al mundo
viniste
solo
al mundo.
Poemas publicados en la edición especial literaria
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